Lunes 7 de octubre , contra costa college obtuvo un panel con los fundadores de el programa la raza.
El panel consiste de los actuales contra costa community colleges districts trustee y precedente estudiante John Marquez , tambien el precedente Maria vira montes y la cabeza de la raza studies Alfred Zuniga quien ahora está jubilado. Fueron parte de la fundación de La Raza en la década de 1970, una parte integral de la cultura latinoamericana en Contra Costa College.
El panel comenzó con la presidenta de Contra Costa College, Kimberly Rogers, dando las gracias y anunciando a los oradores invitados. El panel fue entregado al exalumno y presidente del Sindicato de Estudiantes de La Raza, Ricardo Sánchez, y a la actual vicepresidenta del Sindicato de Estudiantes de La Raza, Juliana Espinosa, para que hicieran las preguntas del panelista. El inicio del panel comenzó con un minuto de silencio por las víctimas en Palestina e Israel a petición de Zúñiga. “En un año, más de 41.000 personas han sido asesinadas”, dijo Zúñiga. “Para poner esto en perspectiva, la guerra de Vietnam duró más de 10 años; Estados Unidos perdió 56.000 en 10 años”.
Sánchez inició el panel preguntándoles a Márquez y Viramontes sobre sus experiencias como estudiantes y por qué querían enfatizar la cultura chicana. Márquez y Viramontes fueron los fundadores de La Raza. Márquez compartió cómo era paracaidista y cuidaba de su familia mientras iba a la escuela. Como estudiante, Márquez se mantuvo involucrado con la comunidad y se unió a United Consult de la organización de habla hispana. Cuando era estudiante, recuerda haber ido a reuniones y preguntarse cómo deberían llamarse. Durante horas, discutían si eran sólo mexicanos, de habla hispana o de apellido español. Después de reunirse, el grupo comenzó a llamarse el club latinoamericano y Márquez dijo: “no sabemos cómo llamarnos más”. Después de finalizar un nombre, los miembros fueron a la biblioteca y contaron los estudiantes latinos: un total de 213. Márquez describió ese número como un relativo “puñado”. Como el CCC era predominantemente afroamericano en ese momento, el club no tuvo tanta representación.
Después de considerar el bajo número de estudiantes latinos, Márquez y otros estudiantes fueron a las escuelas secundarias para promover que la universidad era gratuita y que habría una cultura latina establecida en CCC. Márquez dijo que conoció a Viramontes cuando ella estaba en el último año de la escuela secundaria y la animó a unirse a la universidad. Viramontes destacó las tensiones de la época como la guerra de Vietnam, los asesinatos políticos y los disturbios. Su principal preocupación era su seguridad durante su experiencia universitaria, dijo, y con la ayuda del club, pudo postularse y ser aceptada en la Universidad de California, Berkeley. Su primer día en Berkeley hubo disturbios y decidió dar la vuelta e ir a CCC, donde se sentía segura. “Aún necesitamos salir a la comunidad y atraer a los estudiantes que no vienen aquí”, dijo Viramontes en el panel. “Todavía tenemos que ayudarlos a completar sus solicitudes y darles el aliento que necesitan… y cuando se asustan, debemos apoyarlos”
“Tienes un poco de responsabilidad adicional al respecto: alentarlas a liberarse de sus normas culturales de mujer”, continuó. Al continuar como estudiante, Viramontes quería hacer algo más que una comunidad en CCC, queriendo ver la historia, la literatura y las artes latinas. Viramontes participó en el fortalecimiento de la escuela secundaria y en el establecimiento de tutorías, ya que vio que eso era lo que necesitaban los estudiantes. Continuaron diciendo que la principal lucha que atravesaron para fundar La Raza fue que la cultura latina aún no era un área de estudio académico. Llegan a la decisión de crear su propio departamento y darle su propio estilo de trabajo interdisciplinario, además de ser reconocidos como un grupo de necesidades. Zúñiga dijo que renunció a su cargo por la forma en que lo trataban, por lo que el club se hizo cargo. Con Zúñiga fuera de escena, el club tomó medidas protestando frente a la oficina del entonces presidente de la CCC, Robert Wynne. El plan era estar allí hasta que los arrastraran a la cárcel, preparados con artículos de tocador y mudas de ropa adicionales. Con el presidente esencialmente atrapado en su oficina todo el día, cedió y le dijo a su asistente que “les diera lo que quisieran” y se fue a casa, permitiendo que Zúñiga regresara y proporcionando fondos para los estudios de La Raza. Zúñiga compartió una carta que la Unión de Estudiantes Latinoamericanos, como se llamaba entonces, envió al entonces presidente Wynne cuando comenzó, indicando que el club no tenía a nadie más dirigiendo el programa y que si debían elegir a alguien más, ese persona no sería suficiente para el programa.
Zúñiga continuó diciendo que no estaba preparado para iniciar tal movimiento. “Sólo estaba buscando un trabajo”, pero se convirtió en mucho más, dijo, y agregó que Márquez, Viramontes y otros le facilitaron el trabajo con las ideas y la lucha por establecer La Raza.
Artículo traducido por Paola Torres.